El cannabis nació con nuestra conciencia y se repartió por el mundo de manera generosa. Según varios estudios antropológicos, el uso del cáñamo se remonta a ceremonias chamánicas del mesolítico. Al final del neolítico, la planta ya se había extendido por una amplia zona que iba desde china (su lugar de origen hacia el 3700 AC) a las regiones más orientales de Europa.
Las rutas de expansión del cáñamo hacia occidente siguieron principalmente tres caminos: hacia el este de china, hacia el sur de la india y el sudeste asiático y por ultimo, desde el oeste de Asia hacia África, Europa y finalmente, hacia América. Desde su desembarco en cada uno de estos continentes, el cáñamo ha evolucionado en usos y formas, hasta el día de hoy.
Actualmente, la planta se cultiva en numerosas zonas, entre ellas Europa oriental, Marruecos, Líbano, la cordillera Himalaya, Colombia, jamaica, holanda, Pakistán y Afganistán. Los principales productores que abastecen el mercado español son Marruecos, Líbano y Pakistán.
La Planta de los Dioses
Desde los primeros registros escritos sobre su existencia, el cannabis ha tenido que convivir con su dualidad, con la tenue frontera que separa la droga de la medicina. En la primera farmacopea china, el Pen Ching, que data del siglo 1 d de C, pero que recoge un legado de miles de años antes, se habla ya de las propiedades psicoactivas del cáñamo. Pero la cultura confucionista otorgó al cannabis una imagen de sustancia bárbara (los países vecinos que comerciaban con china lo apreciaban en gran manera; un tercio de las mercancías chinas se transportaban por la ruta de la seda lo constituía el cáñamo) y lo relegó a reductos chamánicos. A partir de entonces la India tomó el relevo de china en la patria potestad del cannabis, siendo su uso muy difundido por esas latitudes hasta el día de hoy.
En la India, el cannabis adquirió buena fama por sus características medicinales, una vez mas, divinas. En el antiguo texto del Arthavaveda, se describe el cannabis como “una de las numerosas plantas que nos liberan de la ansiedad”. Por otra parte, era el acompañamiento inseparable de dioses como Shiva e Indra. En las ceremonias tántricas, el cannabis ( a veces mezclado con otras sustancias) se utilizaba como afrodisíaco.
Alrededor del siglo XVI el cannabis se había introducido ya plenamente en el sudeste asiático. En Tailandia, se administraba en infusiones a las mujeres que habían dado a luz por sus propiedades analgésicas. Tanto allí como en Camboya, Vietnam o Laos, además de usos médicos similares, la cultura del cannabis floreció en numerosas recetas culinarias.
sábado, 24 de marzo de 2007
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